Dependo de un mundo circustancial en donde pasan las cosas más extrañas y en donde se olvidan rápidamente. En un ciclo que termina cada noche y empieza cada mañana. Mañana que para la mitad del mundo es noche.
Tengo hasta la duda de saber si existo porque giro en un espacio en donde mi instinto repite lo que manda mi cuerpo. Vivo en mundo en el que no se disfrutan de los regalos que nos han ofrecido para disfrutar, sino que se trabaja para tener mas preocupaciones, muchas de las cuales no tendrían que serlo.
Es que no se cuanto tiempo estaré aquí y me preocupo por lo que voy a tener y aunque consciente de mi destino, no hago nada para cambiarlo.
Lo puedo decir, es más, lo plasmo en papel, pero no hago nada.
Si supiera que, ver el cielo en azul intenso o el mar cuando se enoja con el hombre y durar un poco de tiempo contemplando su belleza, no me haría mas rico, lo hiciera. Pero aunque lo sé, prefiero andar rápido antes de detenerme y pensar que la vida es un regalo y yo no soy lo suficientemente inteligente para entenderlo...
1 comentario:
Lamentablemente la mayoría de las personas vive para trabajar y no trabaja para vivir, tenemos que hacer un alto en el camino y ver que más que el mundo que nos quieren imponer, debemos crearnos nuestro mundo, tal como titulas tu entrada, y es desde ahí, desde dentro, desde donde puedes crear, potenciar, actuar. Sí que somos capaces, recuerda !queres es poder!
Un fuerte abrazo mi niña.
Publicar un comentario